Una propuesta concreta para estructurar cómo los habitantes de un territorio adquieren la capacidad de identificar y controlar colectivamente a su representante, llamarlo a cuentas y cambiar la ecuación de poder en Colombia. Pasar de una relación atomizada y clientelista, a base de pedir favores, a una donde los ciudadanos organizados por medio de una sociedad civil fuerte, densa y articulada, le exijan cumplir las promesas a quien salga elegido y lo castiguen contundentemente por no obedecer el mandato colectivo de la ciudadanía que representa.